Los terremotos de 7,7 y 7,6′, cuyo epicentro fue Kahramanmaraş, sacudieron profundamente a Turquía. Más de 39 mil de nuestros ciudadanos han perdido la vida hasta ahora.
Los desastres naturales como los terremotos se encuentran entre los eventos más dolorosos que afectan profundamente la vida de las personas. En el momento del terremoto, las personas se ven sacudidas por sentimientos de miedo, pánico y ansiedad junto con la severidad del temblor. Después del terremoto, la destrucción y las pérdidas que dejó el terremoto aumentan los sentimientos de tristeza, tristeza e impotencia de las personas. En estos momentos, lo que más necesitamos es apoyarnos más, intentar aliviar nuestro dolor, las heridas que nunca sanarán, las que no podemos dejar atrás.
En un terremoto, las personas pueden perder sus familias, hogares, vidas y todo. Además de las pérdidas, también son comunes las lesiones y los traumas psicológicos. Tras el terremoto, la magnitud de la destrucción y el dolor deja profundas cicatrices en el corazón de las personas. Sin embargo, los terremotos también destacan la resiliencia y la solidaridad de las personas. Las personas se ayudan entre sí, se movilizan para los esfuerzos de rescate y luchan juntas. En estos tiempos difíciles, los lazos entre las personas se fortalecen y el espíritu de solidaridad sale a flote. No importa cuán fuerte intente parecer el hombre, se nos recuerda que es débil y cuán cruel puede ser la naturaleza. Este tipo de desastre muestra que todo puede ser destruido en un instante, incluso las estructuras más fuertes pueden ser destruidas.
Los terremotos son el evento más doloroso que nos une sin importar el pensamiento político al que pertenezcamos. Estos eventos recuerdan a las personas cuán preciosa es la vida y revelan la fuerza, la solidaridad y la ayuda mutua de las personas. Aunque los desastres causados por terremotos son angustiosos, los momentos en que las personas luchan juntas para sobrevivir también ofrecen una oportunidad para la esperanza y la reconstrucción.
El futuro será bueno, vendrán días buenos…