En las polvorientas páginas de la historia, al analizar ejemplos de liderazgo que dejaron huella, me viene a la mente una mujer cuyo nombre fue escrito en letras doradas por primera vez: Tomiris Hatun. Esta legendaria líder no solo fue una guerrera o una soberana, sino también un símbolo del espíritu de libertad, valentía e inteligencia estratégica del pueblo turco. No solo fue una gobernante, sino también una fuente de inspiración que, a lo largo de los siglos, representó la fuerza, la determinación y el espíritu independiente de la mujer turca. Mientras que en muchas sociedades a lo largo de la historia las mujeres fueron relegadas a un segundo plano, para los turcos la mujer siempre ha sido una líder, una guía y una piedra angular del Estado. Tomiris Hatun es una de las representantes más poderosas de esta antigua tradición.
En las historias contadas por el sonido de los cascos de los caballos y el viento de las estepas, el estilo de vida de los Saka-Escitas ocupa un lugar único. Este pueblo es conocido tanto por su destreza en la guerra como por su maestría en el arte, ya que su vida nómada facilitó las primeras formas de interacción cultural y comercio. Este dinámico estilo de vida sentó las bases del pensamiento de libertad e independencia que defendía Tomiris Hatun. La cultura de las estepas es un sistema que da gran importancia a la libertad del individuo y de la sociedad. Hombres y mujeres forman un todo y se complementan mutuamente. Las mujeres no solo tienen un papel en la familia, sino también en la administración del Estado, el ejército y la vida económica. La aparición de Tomiris Hatun como una líder tan poderosa demuestra que la mujer siempre ha tenido una posición elevada en la cultura turca.
La historia mundial está llena de grandes imperios fundados por gobernantes masculinos. Sin embargo, el número de mujeres gobernantes es bastante limitado. Desde Roma hasta China, desde los reinos europeos hasta las civilizaciones de Mesopotamia, la influencia de las mujeres en la arena política ha sido restringida. Pero en la historia turca, la mujer siempre ha tenido voz. Por eso, Tomiris Hatun, que se enfrentó con firmeza a la ambición conquistadora del rey persa Ciro II, es una de las pocas líderes que refleja el amor por la libertad y la lucha por la independencia del pueblo turco. La historia no puede olvidar su determinación e inteligencia. A pesar de su gran poder, los persas fueron derrotados por la valentía, la estrategia y la tenacidad de Tomiris Hatun. Bajo su liderazgo, los Saka-Escitas resistieron contra uno de los mayores imperios del mundo y preservaron su independencia. Las palabras que Tomiris Hatun dirigió a Ciro han quedado grabadas con letras doradas en la historia:
«¡Ciro, insaciable de derramar sangre! Mataste a mi hijo con engaños, pero yo te saciaré con sangre».
Estas palabras no son solo un juramento de venganza, sino también un símbolo sagrado de la lucha de una nación por su independencia.
El liderazgo de Tomiris Hatun es la prueba más contundente del valor otorgado a las mujeres en la historia turca. Mientras que muchas civilizaciones del mundo mantenían a las mujeres en un segundo plano, los turcos siempre las han considerado fundamentales. La huella que dejó Tomiris Hatun en la historia no solo se debe a su valentía y liderazgo personal, sino también a la importancia que la cultura turca ha dado a las mujeres. A lo largo de la historia, muchas sociedades han relegado a las mujeres, negándoles el derecho a participar en la esfera política y militar, mientras que los turcos las han considerado figuras clave en la administración del Estado, los campos de batalla y todos los aspectos de la vida social.
En los estados turcos de Asia Central, la mujer tenía voz en la administración del Estado. La esposa del gobernante ostentaba el título de «Hatun» y desempeñaba un papel importante en los asuntos del Estado.
Durante los períodos Göktürk y Uigur, las mujeres desempeñaron un papel activo en las relaciones diplomáticas. Según las fuentes chinas, muchas embajadoras turcas fueron enviadas a la corte china para negociar acuerdos.
Incluso en el Imperio Otomano, las Valide Sultan (madres de los sultanes) ejercieron una gran influencia en la administración del Estado, convirtiéndose en las principales consejeras de muchos monarcas.
Incluso hoy, mientras en muchos países las mujeres siguen luchando por obtener sus derechos, la mujer turca ha sido una figura fuerte, valiente y líder en todas las épocas de la historia.
En la época de Tomiris Hatun, la situación de la mujer en el mundo era muy diferente. Mientras que en muchas sociedades las mujeres eran vistas como ciudadanas de segunda clase, en la cultura turca su estatus era mucho más libre.
Antigua Grecia y Roma: Las mujeres eran confinadas al hogar y se les negaban derechos políticos y económicos, como la herencia. En Atenas, no tenían ningún derecho político. En Roma, aunque hubo algunas excepciones, la influencia de las mujeres en la administración del Estado era casi inexistente.
China: Según las enseñanzas de Confucio, las mujeres estaban subordinadas a sus familias. Primero obedecían a sus padres, luego a sus esposos y, finalmente, a sus hijos. Se las consideraba la clase inferior de la sociedad y no tenían ningún papel en la administración del Estado.
Medio Oriente y Mesopotamia: Aunque en Sumeria las mujeres tenían algunos derechos económicos, en Persia y el mundo árabe estaban mayormente confinadas al hogar. Los persas rechazaban la idea del poder político y militar de las mujeres, mientras que en la Arabia preislámica, los derechos de las mujeres eran casi inexistentes.
Europa medieval: Las mujeres eran controladas en gran medida por la Iglesia y la estructura feudal dominada por los hombres. Incluso las reinas quedaban a la sombra de los hombres y solían ser reconocidas solo como esposas o madres de los gobernantes.
Ante este panorama, queda claro cuán progresistas eran los derechos otorgados a las mujeres en la cultura turca. La victoria de Tomiris Hatun sobre el Imperio Persa no solo fue un logro individual, sino el resultado natural de una cultura en la que las mujeres tenían una posición fuerte en la sociedad.
Tomiris Hatun es una de las figuras históricas más representativas del espíritu valiente e independiente de la mujer turca. Hoy, su legado no es solo una leyenda, sino un ejemplo vivo de la libertad, igualdad y poder de liderazgo de la mujer turca.
Como experta en comercio exterior y contadora pública certificada, mis años de experiencia me han recordado constantemente la importancia del pensamiento estratégico y las decisiones diplomáticas correctas. La lucha de Tomiris Hatun en el escenario histórico tiene muchas similitudes con los principios fundamentales del éxito en el mundo de los negocios.
Así como en el comercio internacional es vital gestionar los riesgos y mantenerse firme en mercados desafiantes, ella tomó decisiones inteligentes y pasos valientes para derrotar a sus enemigos y garantizar la prosperidad de su pueblo.
Su habilidad diplomática, combinada con su genio militar, le permitió obtener una de las mayores victorias de la historia.
Hoy, mientras las mujeres líderes en los negocios siguen enfrentando desafíos, el coraje y la determinación de Tomiris Hatun continúan siendo una gran fuente de inspiración.
La historia de Tomiris Hatun no es solo la narración de una batalla o una monarca. Es un relato épico del amor por la libertad del pueblo turco y del papel crucial que han desempeñado sus mujeres a lo largo de la historia. Su historia no es un cuento de hadas de los libros de historia, sino un legado que inspira en todas las épocas y que enaltece nuestra conciencia nacional y nuestros valores culturales. Hoy, el legado de Tomiris Hatun sigue vivo en los logros, la determinación y el liderazgo de las mujeres turcas. Desde el mundo empresarial hasta la academia, desde la política hasta el arte, las mujeres valientes que llevan su espíritu continúan ascendiendo.
Honramos con orgullo este legado inmortal y seguimos apoyando a las mujeres que siguen los pasos de Tomiris Hatun, iluminando el futuro.
El poder de la mujer no solo moldea la historia, sino que también define el destino de una civilización. Una nación fuerte solo puede sostenerse con mujeres fuertes.
