En los últimos meses, los ataques de piratas en el Mar Rojo y las crecientes tensiones geopolíticas están forzando un cambio en la ruta del comercio global. En este período desafiante, el tráfico marítimo entre Europa y Asia ha llegado a un punto muerto, y los barcos enfrentan dificultades en su navegación segura. La situación de circunnavegar África, como en la era pre-canal de Suez, plantea desafíos significativos tanto en términos de tiempo como de costos.
Esta crisis global del comercio se está volviendo a favor de Turquía. Industrias como la química, automotriz, equipos de salud, electrodomésticos, válvulas, están experimentando un aumento en la demanda tanto en el mercado interno como en las exportaciones. Alemania, la mayor economía de Europa, podría sufrir un golpe severo al contemplar la reducción en ciertos sectores debido a estas circunstancias. Las interrupciones en la producción y la búsqueda de rutas alternativas de suministro están generando preocupaciones en Alemania. La fábrica de Tesla con sede en Berlín ha decidido detener la producción durante dos semanas debido al impacto de los ataques en el Mar Rojo en la cadena de suministro. Mientras que miles de fábricas en Alemania enfrentan retrasos en la producción, la cantidad de fábricas afectadas en toda Europa alcanza las decenas de miles.
El Canal de Panamá también está lidiando con la sequía, generando preocupaciones sobre la posibilidad de que el comercio mundial se enrede. En estos tiempos desafiantes, Turquía se encuentra en una posición ventajosa con una sólida infraestructura logística y la ruta más corta hacia Europa.
Kazım Taycı, el presidente de la Asociación de Exportadores de Cereales, Legumbres, Oleaginosas y Productos de Estambul, enfatiza: «Turquía posee una infraestructura logística significativa, y ser la ruta más corta hacia Europa nos hace más ventajosos en comparación con países rivales».
Yavuz Eroğlu, el presidente de la Fundación de Investigación, Desarrollo y Educación de la Industria Plástica Turca, señala un aumento de aproximadamente el 10% en los pedidos de Europa.
Ahmet Öksüz, el presidente de la Asociación de Exportadores de Textiles y Materias Primas de Estambul, destaca que la posición geopolítica de Turquía la convierte en una elección preferida incluso en un período de mayores costos y tiempos de entrega prolongados.
La crisis global del comercio está llevando las ventajas de Turquía a un primer plano.
Çetin Tecdelioğlu, el presidente de la Asociación de Exportadores de Metales Ferrosos y No Ferrosos de Estambul, afirma: «Turquía ha vuelto a destacar como un centro logístico debido a su proximidad. Turquía está surgiendo como el Plan B para Europa y los países circundantes».
Estos eventos demuestran que Turquía no solo tiene ventajas a corto plazo, sino que también posee una ventaja logística a largo plazo. Al convertir los desafíos en oportunidades en el comercio global, Turquía está fortaleciendo su posición como un jugador significativo.